El monumento natural de los tajos de Alhama, es una formación geológica, compuesta por un conjunto de cañones, paredes verticales de arenisca, algunas de más de 80 metros de altura, que tiene como telón de fondo la Sierra de Tejeda. En la base de estos afloramientos, se encuentra un rico ecosistema de fauna y vegetación mediterránea de ribera. Destaca la presencia de anfibios, reptiles, y de aves adaptadas al hábitat de cantiles y roquedos como la grajilla, palomas, cernícalo común y Halcón peregrino.
Los Tajos de Alhama tienen una longitud de más de 4 kilómetros. Se han ido formando por la acción del río durante miles de años, y cuentan con fósiles de origen marino.
Además al estar acompañado de naturaleza, es interesante en cualquier estación del año. Las vistas impresionantes del pueblo o de los cortados están aseguradas, y el río y su bosque ofrecen detalles de sobra para la cámara. El otoño y la primavera son especialmente interesantes, por la presencia de mimbreras y escaramujos así como caducifolios: olmos, álamos, sauces, etc. El río Alhama discurre tranquilo y si tenéis tiempo, merece la pena refrescarse los pies y adentrarse un poco por el cauce, para sacar alguna instantánea
Otro punto fuerte está en La Pantaneta, una pequeña presa que desvía agua para el cercano Pantano de los Bermejales. La laguna artificial ha dado pie al asentamiento de aves migratorias y acuáticas, y tiene un punto de observación de aves. Además en las riberas hay preciosas manchas de aneas, plumeros y lirios.